sábado, 26 de noviembre de 2016

Las 5 maneras en las que Freud perjudicó a la crianza

Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, fue un médico vienés que desarrollo una teoría en la que la idea principal es que la manera en la que los padres enfrenten los deseos sexuales y agresivos básicos de los niños determinaría cómo éstos desarrollarían sus personalidades y su salud mental como adultos. A pesar de sus graves errores teóricos de los cuales hoy todavía nos queremos recuperar como sociedad, Freud también tuvo muchos aciertos. Entre ellos, el descubrimiento del inconsciente, el entendimiento de la sexualidad como una fuente de debilidad o de fortaleza, lo gratificante de la fantasía y el deseo, el poder aliviador de verbalizar las emociones, el concepto de mecanismo de defensa, nuestra inherente tendencia a resistir el cambio, el impacto de nuestros pasados en nuestro presente, y la proyección. Entre sus errores más grandes esta su conceptualización de la homosexualidad como un resultado directo de la crianza, y su conceptualización de la sexualidad femenina la cual construyó alrededor de la supuesta "envidia del pene". 

Otros errores de Freud fueron más indirectos, pero no por eso menos influyentes en otras áreas cercanas a la psicología como lo es la del desarrollo infantil, y por lo tanto, la crianza. Aunque las madres y padres del siglo XXI raramente encuentran referencias freudianas en los libros y artículos de crianza, los principios psicoanalíticos del aquel médico austríaco están estrechamente entrelazados en los libros de crianza de hoy y de todos los tiempos. Para muchos psicólogos contemporáneos, incluyéndome, resulta tremendamente difícil aceptar que aquel padre de la psicología que tanto aportó a nuestra vida profesional haya sido también quien más haya perjudicado a la crianza a través de sus teorías. De hecho, el pediatra Benjamin Spock que tanta influencia ha tenido en la crianza principalmente de la sociedad americana, se basaba fundamentalmente en las teorías de Sigmund Freud sobre el desarrollo psicosexual de la niñez. Los títulos de los capítulos y el índice no hacen ninguna referencia a la envidia del pene ni a los complejos edípicos, pero todas las referencias y sugerencias en sus libros están delicadamente atadas a las teorías de Freud. De hecho, el enfoque de Spock para educar a los bebés se derivó directamente de sus estudios en el Instituto Psicoanalítico de Nueva York a finales de los años treinta. Generaciones de padres han devorado y han seguido sus múltiples ediciones de sus libros de crianza, los cuales escribió guiado por los principios freudianos en un esfuerzo de prevenir “daños represivos” en la psique de los niños. 

A diferencia de los devotos de Spock, cuya comprensión de la infancia gira en gran medida en torno a los estudios de otros grandes de la psicología, Freud conceptualizó esos años formativos de la infancia basado en sus propias experiencias, de hecho , se basó en la relación con su padre en particular. Su libro "Interpretación de los sueños" publicado en el año 1900 esboza sus teorías bases – en especial describe las cinco fases infantiles distintas que – en teoría- determinan cómo los niños y niñas eventualmente manejan sus identidades conscientes e inconscientes en la edad adulta. De acuerdo con el padre del psicoanálisis, los bebés vienen al mundo en su etapa oral, se fijan en la alimentación, luego hacen la transición alrededor de 18 meses a la etapa anal, la misma que culmina con el control de esfínteres. Luego, entre las edades de 3 a 6, las cosas se ponen más intrigantes con la llegada de la etapa fálica, en la cual las identidades sexuales toman forma en torno a la vinculación con los padres; Edipo emerge durante ese tiempo, buscando el afecto del progenitor del sexo opuesto. Y finalmente, después de un período de latencia en los años veinte, los jóvenes navegan la etapa genital, edad en la que tanto la permisividad o la represión previa de los padres se manifiesta como un comportamiento sano o inadaptado, respectivamente. 

Puesto que Spock tejió tan bien esas fases freudianas con consejos prácticos de crianza, sería interesante ver cómo Freud interpretaría – si estuviera vivo- la variedad de estilos de crianza que se practican hoy en día. En otras palabras, sería interesante para Freud el ver como Spock inyecta su teoría psicoanalítica en su famoso manual para padres. Tal vez al ver su influencia en la crianza repensaría todas sus teorías. La teoría psicoanalítica de Sigmund Freud por muy descabellada que suene al oído contemporáneo, influenció mucho y de forma negativa a la crianza del siglo XIX y lo sigue haciendo. En pleno siglo XXI todavía estamos intentando reparar los daños que este personaje causó a la crianza. Es lamentable que sus teorías continúen siendo estudiadas por los actuales psicólogos en formación pues sus teorías están muy lejos de ser ciencia. Este filósofo replanteó la naturaleza humana y al hacerlo nos llenó de tabús y prejuicios a pesar que sus teorías y tratamientos asociados, como ciencia, fallan en rigurosidad. Ahora bien, cierto es que los psicoanalistas de hoy no interpretan la teoría de Freud de manera literal ni están esperando a ver en qué momento sus pacientes dibujan o se refieren a elementos fálicos, sin embargo, siguen fieles al objeto de estudio, el inconsciente, que no es comprobable , no puede ser medido de manera empírica ni aplicado de forma práctica.



Pues bien, aquí van mis cinco críticas a la teoría freudiana que más han influenciado negativamente a la crianza. 

1- Lactancia- El pecho es lo mejor ... pero según Freud, no demasiado! 

Un grupo de defensa de la lactancia llamado La Liga de la Leche (LLL) se formó en el 1956 cuando las madres lactantes en los Estados Unidos eran cada vez menos. En las décadas siguientes, la labor de LLL ha sido crucial en devolver y repensar la importancia de la lactancia materna en la salud y desarrollo psicológico de los niños. Si Sigmund Freud estuviera vivo, probablemente estaría a bordo con la lactancia materna – pero solo hasta cierto punto. La psicología freudiana sostiene que la lactancia materna es una de las ocupaciones fundamentales de un niño en la etapa oral, que dura aproximadamente desde el nacimiento hasta los 18 meses. Por un lado, el destete de un bebé demasiado rápido del seno cultivaría fijaciones orales y rasgos de personalidad pesimistas, pero dejar que un bebé amamantara durante demasiado tiempo – según el - también podría tener los efectos indeseables de afilar el desamparo y la indulgencia. Por esa lógica, Freud probablemente condenaría a toda mujer que decida seguir las recomendaciones de la OMS, las cuales muy claramente recomiendan lactancia materna exclusiva los primeros seis meses y de forma complementaria hasta los dos años o más

2- El Colecho 

Una de las prácticas de apego más polémicas es el colecho , entendido como la práctica de dormir muy cerca del bebé en superficies separadas , o dormir con el bebé en la misma cama con los padres. Más allá de las advertencias acerca de cómo llevar un colecho seguro, Freud probablemente estaría más preocupado por los efectos psicosexuales de esta práctica. Para aclarar, el colecho es generalmente orientado hacia los bebés en sus primeros meses y años de vida, mientras que la fase fálica freudiana en la que esta práctica impactaría más se produce entre las edades de 3 y 6 años. Es en esta última, la fase fálica, en la que niños y niñas supuestamente desarrollan atracciones sexuales inconscientes hacia los padres de sexo opuesto, además de las rivalidades concurrentes con padres del mismo sexo. Los niños, por lo tanto, encuentran el complejo de Edipo, en el cual sus madres se convierten en las estrellas de sus inocentes ojos, y subsecuentemente por contribución de Carl Jung, las niñas luchan contra el complejo de Electra en búsqueda de la adulación paternal. Dormir en el lecho marital, desde la perspectiva de Freud, sólo agravaría esos conflictos psicológicamente confusos, profundizando esos impulsos de odio amoroso y causando neurosis. 


3- Disciplina 

A principios de los años 2000 se hizo popular el término “padres helicóptero”. Estas mamás y papás son caracterizados por su excesivo involucramiento en las actividades de los niños y por sus intervenciones constantes para prevenir frustraciones o puntajes académicos insatisfactorios. Generalmente estos padres sobre-programan las vidas y actividades de sus hijos en un afán de asegurar su éxito futuro. Para hacer de esto una crítica freudiana sobre una paternidad tan controlada, solo hay que revisar los consejos del Dr. Spock. En "Baby and Child Care". Spock anima a los padres a permitir que los niños tengan tiempo y espacio para jugar, explorar e incluso romper las reglas por sí mismos, lo cual está muy bien, sin embargo su razonamiento detrás de este consejo no es precisamente para permitir a los niños desarrollar una sana autonomía sino para permitirles tener una transición libre y limpia desde una a la siguiente fase de desarrollo freudiano. Spock hizo énfasis en la libertad y su regla de oro era el instinto, pero muy poca atención le dio a los límites. De aquí la aparición de tantos padres permisivos que surgen en oposición a los padres helicópteros. En su afán de no interferir con esa limpia transición, insisten en centrar sus hogares y decisiones familiares solo en el bienestar del niño olvidándose que ellos también tienen necesidades y deseos. Al igual que con la lactancia materna, una aproximación más sana en la crianza es considerar las necesidades y deseos tanto de los padres como de los niños. 

4- Control de esfínteres 

Si bien Sigmund Freud no se consideraba a sí mismo como un experto de temas de crianza , tuvo mucho que decir sobre el entrenamiento del control de esfínteres. Así como la lactancia materna es el marcador conductual de la fase oral, el control de esfínteres es el hito que acompaña a la fase anal de un niño, y esta dura desde los 18 meses a los 3 o 4 años. Freud sugirió que obligar a un niño a abandonar los pañales antes de entrar en la fase anal podría ser perjudicial para su desarrollo, sembrando semillas psicológicas de hostilidad, y muchos problemas mojando la cama. Freud proponía que los padres permitieran a los niños pequeños dictar su propio ritmo de entrenamiento en el baño, lo cual es una práctica muy respetuosa de los ritmos de los niños, pero eso significó que quienes por otras razones debían apresurar el proceso (niños a cargo de terceros o en centros infantiles) temían que el control de esfínteres temprano resulte en una represión psicológica. No me malentienda. Yo soy partidaria de permitir que sean los niños quienes guíen sus propios procesos madurativos y evolutivos. Sin embargo, no soy partidaria de culpabilizar a los padres cuando sus circunstancias sociales o económicas no les permiten respetar esos ritmos. La investigación contemporánea sobre el entrenamiento en el baño ha desacreditado las preocupaciones de Freud sobre el control de esfínteres temprano y su vínculo a cuestiones psicológicas o a las sábanas mojadas. 

5- Relaciones parentales 


La interpretación de Freud de las relación padre-hijo, aunque innovadora, estaba firmemente arraigada en los roles de género tradicionales de su tiempo. Se consideraba que los padres eran los jefes autoritarios de la familia, y el cuidado infantil era enteramente un rol de la madre. Por lo tanto, el creía que los papás no desempeñan un papel importante en el desarrollo del niño hasta la fase fálica de las edades de 3 a 6. Durante ese tiempo, los niños especialmente empiezan a tomar nota de lo que hacen sus padres, e inconscientemente detestan sus aproximaciones sexuales hacia las madres. Y con ese conflicto interno y el potencial de un enfrentamiento edipal entre padre e hijo, supuestamente surge la ansiedad de la castración -el temor inconsciente de que el padre corte el pene del niño para defender su posición patriarcal. El mensaje que esto comunicó a los padres de ese entonces es que son las madres las que o bien permiten o bien quebrantan el desarrollo del predominio de la libido pulsional (o desarrollo psicosexual para el lector que no esté acostumbrado a estos términos netamente freudianos). Como si no tuviéramos las madres suficiente responsabilidad cargando con todos los aspectos de la crianza, resulta que somos también las responsables de las fijaciones y recorridos de la líbido de nuestros hijos que solo se hacen evidentes a posteriori

Los estudiosos contemporáneos han cuestionado este entendimiento poco progresista de Freud en cuanto a los roles de género. La investigación pediátrica también ha mejorado desde la muerte de Freud en 1939 para establecer pautas empíricamente sólidas que ayuden a los padres a criar bebés y niños sanos, pautas que obviamente no requieren ayuda del psicoanálisis. Hoy en día el psicoanálisis posee varias orientaciones entre las que se incluye Winnicot, Lacan; y otras mucho más adaptativas con un sesgo fuertemente moral y de control social como es el caso del psicoanálisis de la escuela americana originado a partir del trabajo de Anna Freud. Si bien Sigmund Freud no tuvo incidencia directa en la crianza, fueron sus seguidores y quienes leyeron sus obras quienes indirectamente contaminaron lo que hasta ese entonces era un área poco científica y nada investigada. 

Hoy por hoy, la crianza es un área de mucha investigación tanto por psicólogos evolutivos y del desarrollo como por neuropsicólogos. Estos últimos siguen intentando encontrar el lugar exacto en el cerebro en donde podría alojarse el llamado inconsciente. No descartan su existencia por completo, porque de ser así habrían parado de buscar su ubicacíón. Por algo se dividen los psicólogos en aquellos a favor o en contra de Freud, pero nunca sin Freud. Su legado e influencia fue innegable para la psicología. 

 Sandra Ramírez 


Fuentes:

Belkin, L. (2009) The Dangers of Sleeping with Baby. http://parenting.blogs.nytimes.com/2009/01/26/the-risks-of-sleeping-with-your-baby/?_r=0 

Burton, N. (2012) Totem and Taboo: The life and Thought of Sigmund Freud. https://www.psychologytoday.com/blog/hide-and-seek/201204/totem-and-taboo-the-life-and-thought-sigmund-freud 

Firestone, S (1970) The Dialectic of Sex: The Case for Feminist Revolution 

La Leche League International.

Sullivan, J. (1995) Dr. Freud & Dr. Spock. http://surface.syr.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1321&context=libassoc 

Sandra Ramírez M.S.E. es psicóloga educativa y educadora. Tiene una Licenciatura en Psicología de Beloit College, una Maestría en Educación Primaria de la Universidad de Alabama y otra Maestría en Psicología Educativa de la Universidad de Wisconsin- Whitewater. Ha trabajado con padres y maestros en las escuelas primarias tanto en su país natal Ecuador, como en los Estados Unidos. Es además consultora de temas de progreso académico e intervenciones educativas en el distrito escolar de Whitewater, WI en donde se desempeña también como maestra de apoyo a niños bilingües. Sus dos libros, Sin gritos ni castigos: Educando para la autodisciplina y Crianza con Apego: De la teoría a la práctica han tenido una gran acogida a nivel internacional.

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